El verano pasado me fui de vacaciones a Benidorm. En los largos caminos me cansaba mucho y alquilé una moto eléctrica. La experiencia fue muy buena y aprendí a manejarla muy bien. Le comenté a mis padres que sería una buena idea tener una parecida en el pueblo. Este verano, de regalo de cumpleaños, me sorprendieron con un moto eléctrica. Me gustó mucho este regalo ya que me hace más independiente. Ahora, al no cansarme, puedo hacer recorridos largos. Recomiendo a la gente, que necesita apoyo para desplazarse, que la pruebe. La pueden utilizar en su actividad diaria, excursiones, salidas, etc. Seguro que les va a gustar.
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