"NUESTRO BLOG" GANADOR DE LA CONVOCATORIA DE BUENAS PRÁCTICAS 2010 DE LA CAM

viernes, 8 de noviembre de 2019

Visita Casa-Museo Joaquín Sorolla


Hace unos días fuimos a una salida con el COFOIL. Visitamos la Casa-museo de Joaquín Sorolla. Hasta ese momento no sabíamos quién era, el día de antes nos explicaron quién era y lo que íbamos a ver. 
Al llegar, lo primero que hemos visto son los jardines que rodean la casa, decorados con plantas y flores. Uno de ellos nos dijeron que está inspirado en uno de los jardines de la Alhambra de Granada.
        Al entrar en la casa, la guía nos dice que nos tenemos que fijar en el suelo. Si es de madera estamos en la parte de la casa que es taller, donde Joaquín Sorolla trabajaba, si es de mármol estamos en la parte de la casa donde vivía junto con su familia. Clotilde, su mujer y sus hijos Helena, Joaquín y María.
        Es una casa grande, decorada con lujo, con muchos cuadros del artista.  Muchos de su familia y de temas relacionados con el mar. No olvidemos que Sorolla era valenciano. También hay una escultura que hizo su hija Helena, en el salón. Eran muy adelantados a su tiempo, tenían calefacción y agua corriente en toda la casa.
        En el taller, sitio donde pasaba mucho tiempo trabajando, además de cuadros grandes, el caballete, los pinceles largos y su paleta, también había una cama, un libro gigante (que nos contaron que era para cantar en el coro de la iglesia, en vez de partituras pequeñas un libro con notas gigantes para todos) y las compuertas secretas en el suelo que se comunicaban con el sótano de la casa. Las usaba para sacar los cuadros que no cabían por las puertas.  A un lado está el último cuadro que pintó, está sin terminar con la silla y los pinceles colocados como si fuera a volver y terminarlo.
        Fue Clotilde su mujer la que después de su muerte donó las obras para que todo el mundo pudiera verlas, aunque,  en el grupo de gente que se ocupa del museo está su hijo Joaquín y él ha explicado como estaba colocada la casa cuando ellos vivían allí y así la mantienen en la actualidad.
        Nos han contado que los cuadros se ven mejor de lejos, por eso pintaba con pinceles muy largos, porque pintaba como a brochazos pequeños y de cerca se ve borroso. Son cuadros grandes la mayoría, con muchos colores, muy luminosos y los títulos son fáciles de recordar porque la mayoría dice lo que ves en el cuadro.
        Nos ha gustado mucho la actividad, y queremos animaros a que la visitéis, ¡¡¡resulta muy interesante!!!
(Eduardo A., Óscar V., M. Ángel C., Lucía C., Alberto G., Raquel O., Ángel R. y Máximo G.)



No hay comentarios:

Publicar un comentario